En los próximos años, los centros clínicos experimentarán transformaciones radicales impulsadas por avances tecnológicos que mejorarán nuestras vidas de manera significativa. La digitalización y la inteligencia artificial (IA) jugarán un papel crucial en la optimización de la gestión hospitalaria y en la mejora del diagnóstico y monitoreo de pacientes.
Eneko Sainz-Ezquerra, especialista en cuidado de la salud de la consultora tecnológica Stratesys, destaca en una entrevista con EFE que "la sanidad del futuro será un ecosistema interconectado y personalizado, donde la tecnología avanzada y la medicina de precisión se unirán para proporcionar una atención sanitaria más efectiva y eficiente".
Los centros médicos del futuro serán entornos altamente digitalizados. La IA y la robotización, junto con la Internet de las Cosas (IoT), jugarán roles cruciales en esta transformación. "La gestión hospitalaria se automatizará para optimizar la eficiencia operativa y reducir costes", explica Sainz-Ezquerra.
Además, la IA permitirá analizar grandes volúmenes de datos clínicos, facilitando diagnósticos más precisos y rápidos. Las tecnologías IoT integrarán dispositivos médicos conectados, permitiendo el monitoreo continuo y remoto de pacientes.
Una de las innovaciones más prometedoras será la cirugía robótica con máquinas tipo 'Da Vinci'. Con el avance de los sistemas 6G, estas intervenciones podrán realizarse por los mejores especialistas, independientemente de su ubicación, sin latencia ni errores de comunicación.
Atención personalizada y medicina ‘a la carta’
La medicina personalizada se centrará en ofrecer tratamientos específicos basados en las características genéticas de cada paciente. La secuenciación del genoma humano y la medicina de precisión permitirán identificar susceptibilidades genéticas a determinadas enfermedades y personalizar los tratamientos en función de dichas vulnerabilidades.
Sainz-Ezquerra señala que "la ciencia ya ha detectado mutaciones específicas en distintos genes humanos asociadas a una serie de enfermedades severas", abriendo la posibilidad de diagnósticos más precisos y tratamientos dirigidos.
Estas intervenciones, basadas en la secuenciación del ADN humano, ya se están aplicando en dolencias como los cánceres de pulmón y piel, el Alzheimer, las epilepsias genéticas, la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico.
En los próximos diez años, tecnologías como CRISPR-Cas9 permitirán efectuar modificaciones precisas del ADN para corregir mutaciones responsables de enfermedades hereditarias. Sainz-Ezquerra anticipa que estas intervenciones no solo mejorarán la calidad y expectativa de vida de los pacientes, sino que también ofrecerán esperanza para tratar enfermedades raras.
La telemedicina y la gestión remota permitirán a los pacientes realizar gestiones desde sus hogares, reduciendo la necesidad de visitas hospitalarias frecuentes. Esta evolución beneficiará especialmente a quienes vivan en áreas rurales o alejadas de grandes ciudades. "La medicina para personas con enfermedades crónicas evolucionará significativamente", señala Sainz-Ezquerra, permitiendo una mejor gestión de estas dolencias desde la comodidad del hogar.
La aplicación de algoritmos de IA y aprendizaje automático en entornos hospitalarios será a gran escala. La IA podrá analizar electrocardiogramas y resonancias magnéticas con gran precisión, detectando anomalías cardíacas, arritmias y otros problemas cardiovasculares. También podrá identificar tumores malignos en etapas tempranas en mamografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas, siendo muy útil en la detección de cánceres de mama, pulmón y piel.
Además, la IA diagnosticará enfermedades como la retinopatía diabética, el glaucoma y la degeneración macular mediante el análisis de imágenes del fondo del ojo. Esta tecnología permitirá una detección temprana y un tratamiento oportuno de dolencias oftalmológicas.
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