martes, 30 de julio 2024
La infrarrepresentación de algunos segmentos de la población en los conjuntos de datos con los que se entrena la inteligencia artificial puede generar diagnósticos imprecisos. ASHO, empresa líder en codificación sanitaria, aboga por la importancia de invertir en profesionales de la IA.
Cada vez está más confirmado que la Inteligencia Artificial ha llegado para cambiar por completo la medicina. Según un informe de la consultora americana Frost & Sullivan, con la IA se pueden incrementar entre un 30 y 40% los resultados satisfactorios para los pacientes. Además, tanto estados como empresas privadas abogan por la inversión en esta tecnología, ya que se prevé que el mercado de la IA en la atención sanitaria tenga un valor de 67.400 millones de dólares en tres años. Aun así, aún hay retos que se tienen que solucionar.
ASHO, empresa de codificación sanitaria, tiene claro que uno de los desafíos clave para la medicina del futuro es que los datos reflejen con exactitud la distribución de la población, ya que, en caso contrario, los pacientes pueden llegar a topar con diagnósticos más imprecisos o incluso perjudiciales. En este sentido, los expertos advierten de la necesidad de seguir invirtiendo en profesionales de la IA para eliminar este sesgo. “Los algoritmos de la IA a veces pueden ser imprecisos. Por eso nos encontramos ante un reto clave: aprovechar las grandes cantidades de datos de los que disponemos para obtener atenciones más óptimas, pero a su vez garantizar su eficacia para no tener diagnósticos erróneos sobre los pacientes”, explica Ruth Cuscó, directora gerente de la compañía.
Uno de los principales problemas de los sesgos es la infrarrepresentación de algunos segmentos de la población. Por ejemplo, apunta Cuscó, “hay muchas predicciones de enfermedades que se entrenan con datos predominantemente masculinos. Eso provoca errores en los diagnósticos hacia mujeres”. Lo mismo pasa según la raza, la edad o, incluso, el estilo de vida de la población muestreada. En este contexto, los expertos advierten de la necesidad de recopilar y usar los datos pertinentes.
Un sistema sanitario más justo
“No deja de ser una cuestión ética para tener un sistema sanitario más justo y con las mismas garantías para todo el mundo”, sostiene Cuscó. Por eso cree que cada vez van a ser necesarios más profesionales con experiencia en la IA y también en el análisis de datos. “Lo que hay que tener claro es que la IA no reemplazará nunca la experiencia y el juicio propio de los profesionales de la salud, sino que es una muy buena herramienta complementaria”, añade.
El objetivo de la IA es ofrecer una atención más segura al paciente, pero no solo eso. Avances en las investigaciones también son claves para el futuro de la medicina. Y aunque ya se ha recorrido mucho camino de manera satisfactoria, hay que seguir controlando este sesgo. Por ejemplo, con auditorías periódicas de datos y de su validación constante. “Hay que generar especialistas en IA, la salud es un derecho básico para toda la población y ofrecer la mejor atención es una obligación tanto para los profesionales como para la administración”, concluye Cuscó.
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