El 30 de mayo de 1961 fue martes. El día en Ciudad Trujillo amaneció como cualquier otro para Rafael Leonidas Trujillo Molina. Nada en el aire sugería que el dictador, que por más de 30 años gobernó República Dominicana con mano de hierro, estaba viviendo sus últimas horas. Nadie, excepto un grupo de conspiradores, sabía que ese día cambiaría la historia del país.
El último día del “Generalísimo”, una crónica del trayecto hacia la muerte de Rafael Trujillo Molina
