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Anaissa Medina de Salida soñaba desde niña con ser médico, pero no disponía de recursos económicos que le permitieran ver un camino claro para lograr su objetivo.

Medina empezó a estudiar medicina la semana pasada gracias a la colaboración entre un programa de equidad de Sutter Health y la Universidad Charles Drew de Medicina y Ciencias en el sur de California.

La oriunda del condado de Stanislaus formó parte del primer grupo de cinco estudiantes a los que se concedieron becas de colegiatura completa para asistir a la facultad de medicina acreditada a nivel nacional, que abrió en 2023.

“Me encanta estar aquí”, dijo Medina en una entrevista telefónica esta semana. “Con la cantidad de recursos y apoyo que me están dando, ahora puedo lograr mi objetivo de convertirme en médico”.

Medina dijo que su inspiración para ayudar a las comunidades desfavorecidas le vino de ver, cuando era niña, cómo su abuela Juanita se topaba con serias barreras para acceder a la atención sanitaria. En una ocasión, su abuela hispanohablante acudió a una feria de salud gratuita en la Iglesia Católica de San José en Modesto, donde una revisión mostró que su presión arterial era peligrosamente alta.

La falta de seguro impidió a la mujer acudir a urgencias del hospital, pero la familia descubrió una clínica gratuita sin ánimo de lucro llamada St. Luke’s Family Practice en Modesto. Los familiares llevaron mantas e hicieron fila ante la clínica antes de que abrieran las puertas a las 8 a.m.

En la primera visita a la clínica, Medina vio cómo la tensión de su abuela desaparecía cuando el personal la saludó en español. “Soltó un suspiro de alivio y se le saltaron las lágrimas”, recordó Medina. “Había encontrado el lugar donde podía recibir ayuda sin estrés financiero”.

De niña, Medina solía estar con sus abuelos mientras sus padres, Ernesto y Lorena Medina, trabajaban. Los acompañaba a las visitas al médico y al hospital para traducir la información entre sus abuelos y el personal médico.

Anaissa Medina con sus abuelos, William y Juanita Huerta.Anaissa Medina con sus abuelos, William y Juanita Huerta.

Anaissa Medina con sus abuelos, William y Juanita Huerta.

Cuando tenía entre ocho y 10 años, Medina escribía “notas médicas” en papelitos para sus familiares, lo que revela su temprano interés por ser médico.

Sus padres y abuelos fomentaron la educación de Medina, que destacó en los cursos de ciencias de Gregori High School. Medina estudió en la Universidad Estatal de California en Stanislaus, y trabajó como voluntaria en el Doctors Medical Center, donde se dio cuenta de la gran necesidad de superar las barreras culturales de la atención sanitaria en el condado de Stanislaus.

Como requisito para inscribirse en la facultad de medicina, Medina volvió a la clínica St. Luke’s para hacer prácticas con los médicos. Acabó trabajando allí como asistente médica.

“Nos dimos cuenta de su dedicación y le ofrecimos empleo”, dijo Ericka Carranza-Pérez, asistente médica y directora de la clínica. “Es una persona muy completa. Es amable, empática y tiene el deseo de ayudar a los pacientes desatendidos. Creo que será una gran doctora”.

La Universidad Charles Drew es una universidad históricamente negra que durante años se asoció con la UCLA para formar a médicos que trabajaran en zonas desfavorecidas de Los Ángeles. Ahora, está formando a futuros médicos a través de su propia facultad de medicina. Medina dijo que está entusiasmada con el apoyo y planea aprovechar las experiencias de aprendizaje de la escuela, como los programas de medicina en las calles.

Sutter Health dijo que hizo una inversión inicial de $7.5 millones para becas de colegiatura completa para cinco estudiantes que ingresan en la escuela de medicina cada año, o un total de 25 becas. El programa de becas de Sutter pretende aumentar la diversidad en las profesiones sanitarias “ampliando las vías para los aspirantes a médicos infrarrepresentados en California”, según un reciente comunicado de prensa.

Los becarios fueron seleccionados en función de sus logros académicos, personales y profesionales, y de su dedicación al servicio de la comunidad.

Escasez de médicos de atención primaria

Según el Health Care Almanac de la California Health Care Foundation, el valle de San Joaquín tenía 47 médicos de atención primaria por cada 100,000 habitantes en 2020, la segunda proporción más baja en comparación con otras regiones del estado y muy por debajo de los 60 a 80 recomendados.

Sutter Health tiene previsto poner en marcha una residencia de medicina interna y un programa de formación en medicina familiar de tres años en el Memorial Medical Center en Modesto en 2025, con 26 plazas de formación en medicina interna y 13 en medicina familiar. Medina podría solicitar la formación de médico residente en el Memorial después de graduarse en la facultad de medicina, pero la aprobación dependería del proceso nacional de emparejamiento de residentes.

Liz Madison, portavoz de Sutter, dijo que no existe una conexión formal entre las becas de Sutter para estudiantes de medicina y los nuevos programas de residencia, aunque ambos están diseñados para hacer frente a la escasez de médicos en la región.

La Universidad Charles Drew dijo que su facultad de medicina está respondiendo a la necesidad nacional de diversidad de médicos y acceso a la atención sanitaria en comunidades desatendidas.

Medina dijo que su interés actual es la medicina familiar y que le gustaría trabajar en el Valle Central.

“Hay una gran necesidad en el Valle Central”, dijo Carranza-Pérez. “La gente lo llama un páramo médico. Necesitamos más proveedores aquí”.


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