Como una “variante perturbadora”, de “poco tino” y “falto de juicio”, califican el proyecto impulsado por el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie), para cambiar radicalmente el programa de Alimentación Escolar (PAE), el cual busca eliminar a los proveedores del alimento que se sirve en los centros educativos del país.
La afirmación la hace la Federación Nacional de Suplidores, Alimentos y Afines (Fenafin), Unión Nacional de Suplidores de Alimento Escolar (Unsae), Asociación Dominicana de Industrias Alimentarias (Asodoina), así como la Asociación de Suplidores y Proveedores de Alimentos a las Escuelas de la República Dominicana (Asupliderd).
Estas instituciones ven con mucha preocupación esta iniciativa de ley porque, aseguran, tiene un marcado interés de quebrar económicamente a miles de familias que consiguen su sustento de pequeñas empresas que suplen el almuerzo escolar en todo el territorio nacional.
Indican que muchos de sus miembros se embarcaron en préstamos para poder establecer sus cocinas, por lo que se pregunta qué pasará con ellos en caso de prosperar la pieza legislativa, la cual, ya ha sido sancionada por la Cámara de Diputados y ahora reposa en el Senado.
En ese sentido, llaman la atención del presidente Luis Abinader para que, en el hipotético caso de que el Proyecto de Ley sea sancionado favorablemente por la Cámara Alta, el mandatario haga uso de sus facultades constitucionales y observe la pieza, porque de ocurrir sería una situación que arruinaría a cientos de miles de familias que se sustentan de esta actividad económica.
Sin embargo, estas entidades afirman que más que crear un proyecto de ley para eliminar a quienes por 15 años han sustentado el Programa de Alimentación Escolar (PAE), toda iniciativa legislativa que deba promoverse debe estar orientada a fortalecer el mecanismo ya existente.
Fenafin, Unsae, Asodoina y Asupliderd, señalan que desde hace década y media son quienes sustentan el PAE, un instrumento que ha generado toda una dinámica productiva, así como económica en los territorios, por lo que de un “plumazo” intentar suplantar más que contribuir a mejorar, lo que hace llevar pobreza a propietarios de las cocinas industriales responsables de alimentar al alumnado nacional.
“Nosotros no nos oponemos a una mejora, a que nos regulen mediante una ley, a lo que nosotros sí nos oponemos es al intento de eliminarnos, porque toda mejora debe ser a partir de lo que ya existe”, afirman.
De igual modo, señalan que durante estos 15 años han brindado un servicio de alimentación escolar de calidad, sus emprendimientos productivos han sido certificados, además, de que quienes laboran en las cocinas en el manejo de los alimentos han recibido capacitaciones lo que ha contribuido a que puedan brindar alimentación de calidad al alumnado nacional.