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Benetti ya había sido homenajeado en Grecia en 2008, cuando su nombre apareció entre los de 50 médicos que recibieron un monumento en la Fundación Hipocrática en la isla de Cos

Nacido en la provincia de Córdoba en 1947, a los 14 años, Federico Benetti ya sabía que quería ser “cirujano del corazón”, según él mismo contó en una charla TED.

Hijo de un médico rural, estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario y luego de un período de capacitación en la Universidad de San Pablo, Brasil, volvió a la ciudad santafesina, donde se instaló y adquirió una gran experiencia en cirugía cardíaca tanto pediátrica como de adultos.

Y tras una trayectoria que incluyó más de 30 patentes de invención y más de 500 presentaciones y publicaciones de su especialidad, fue distinguido en Atenas, Grecia, con el premio “7 sabios de la humanidad de la década de oro de la cirugía cardiovascular”.

La distinción fue otorgada al argentino durante una ceremonia que tuvo lugar en el prestigioso Antiguo Salón del Parlamento de Grecia, como parte de un simposio que contó con la presencia de los siete prominentes cirujanos cardíacos.

El momento en que el doctor Benetti fue distinguido en Grecia por sus aportes en cirugía cardiovascular

Fue en 1978 en la ciudad de Rosario, y después desarrolló la tecnología para la práctica que ahora se utiliza en todo el mundo.

En 1984 se trasladó a Buenos Aires, y para 1991 ya había realizado cirugía coronaria sin circulación extracorpórea en 700 pacientes.

La inspiración detrás de este logro, conocido como uno de los más relevantes de su carrera, estuvo en la baja eficacia que presentaba el uso de la máquina corazón-pulmón durante las intervenciones cardiovasculares.

“En mi cabeza daba vuelta permanentemente el hecho de tener que hacer algo para mejorar esto que nos preocupaba todo el tiempo”, recordó el experto, que desarrolló el bypass coronario sin poner el paciente en la máquina de corazón-pulmón, y dio así origen a la cirugía coronaria sin la utilización de la circulación extracorpórea.

A los 14 años, Federico Benetti ya sabía que quería ser “cirujano del corazón” (Europa Press)

Fue también en la ciudad de Rosario, en 1981. El trasplante cardíaco es una intervención recomendada para pacientes con insuficiencia cardíaca de diversas causas, cuando el tratamiento convencional con medicamentos o cirugías correctivas no tiene éxito, de allí la relevancia que esta intervención tiene en la vida de quienes padecen este tipo de afecciones. Consiste en reemplazar un corazón enfermo por uno sano, obtenido de un donante fallecido

En 1998 ganó, junto al filósofo canadiense Charles Taylor, el premio Research & Development (R&D) de la Academia de Ciencias y Artes de Chicago por su invento del estabilizador mecánico.

El premio fue otorgado a los 100 inventos que modificaron la vida del ser humano.

Benetti hizo el primer trasplante cardíaco en el interior de Argentina, en Rosario, en 1981 (Fundación Benetti)

El estabilizador mecánico permite a cualquier cirujano hacer una perfecta anastomosis (unión quirúrgica de dos conductos o vasos sanguíneos) mientras el corazón está latiendo.

En la misma línea, recibió la mención de Padre de la Cirugía con el Corazón Latiendo, en Oxford, Inglaterra.

Es el único cirujano cardíaco del mundo con este logro. Se trata de la de MIDCAB (revascularización coronaria de la arteria descendente anterior mediante derivación aortocoronaria mínimamente invasiva) y XIPHOID APPROACH (técnica con la que realizó la primera cirugía coronaria ambulatoria del mundo, en Rosario).

El médico argentino recibió el premio “7 sabios de la humanidad de la década de oro de la cirugía cardiovascular” (Imagen Ilustrativa Infobae)

En 2005, Benetti utilizó por primera vez, en 10 pacientes con miocardiopatía idiopática, células madre fetales, demostrando la efectividad de estas de cara al futuro.

Durante del tercer Congreso Latinoamericano de Cirugía Cardiovascular y Torácica que tuvo lugar en Cartagena, Colombia, Benetti presentó este hallazgo en su conferencia La implantación de células madres autólogas.

Además de los logros estrictamente médicos, Benetti cuenta entre sus éxitos la creación en 1990 de su fundación para fomentar la investigación, la docencia y el enriquecimiento de la ciencia médica en la rama de la cardiología y la cirugía cardiovascular, y en 1996, de la Sociedad Internacional de Cirugía Cardiaca Menos Invasiva (ISMICS).

Durante la Antigüedad, en Grecia, se destacaba a los “Siete Sabios”, figuras emblemáticas que abarcaban desde filósofos hasta legisladores de renombre, como Bías de Priene, Cleóbulo de Lindos, Periandro de Corinto, Pítaco de Mitilene, Quilón de Esparta, Solón y Tales. Inspirados por esta distinción histórica, los líderes de la Primera Clínica de Cirugía Cardiovascular del “Centro Hospitalario Henry Dunant” honraron el legado al reconocer a siete especialistas en medicina cardiovascular durante la década de 1990.

Benetti ya había sido homenajeado en Grecia en 2008, cuando su nombre apareció entre los de 50 médicos que recibieron un monumento en la Fundación Hipocrática en la isla de Cos.


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